La octava edición de Afrodescendientes Hoy congregó a especialistas para celebrar el Gagá dominicano
La herencia cultural afrodescendiente en República Dominicana necesita ser visibilizada y valorada en su justa dimensión. Con esa premisa se organizó el encuentro Afrodescendientes Hoy, que este año llegó a su octava edición.
Entre el 9 y 11 de noviembre, la Fundación Antillas y el Centro Cultural de España, con la colaboración de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), acogieron la octava edición de Afrodescendientes Hoy, cuyas actividades están destinadas al estudio y difusión de las expresiones culturales aportadas por las personas negras originarias de África.
“A pesar de los importantes aportes a nuestra identidad, la herencia cultural de los afrodescendientes en República Dominicana aún enfrenta prejuicios forjados a través de nuestra historia”, afirma Soraya Aracena, antropóloga que organiza las jornadas.
“Los descendientes de estos primeros africanos conservan variadas expresiones de su cultura originaria como sus religiones, música, narraciones orales, danzas, peinados y artes culinarias. Se trata de un patrimonio inmaterial que ha enriquecido el acervo cultural dominicano”, expuso Aracena.
Un calendario repleto de actividades
En esta ocasión Afrodescendientes Hoy VIII centró su temática en la memoria histórica. La noche inaugural del 9 de noviembre, el sociólogo, Doctor Amaury Pérez Vargas, egresado de la prestigiosa universidad la Sorbona en París, ofreció la conferencia Atlas de la Esclavitud en República Dominicana, en la que su autor profundizó en los debates políticos y académicos durante los últimos sesenta años sobre las expresiones de la esclavitud en el contexto dominicano.
Además de la conferencia, fue proyectado el video El Gagá de Similá, producido en el año 1987 en el batey Colonia Tumba, que para ese entonces pertenecía al ingenio de Andrés Boca Chica, con autoría del antropólogo José Francisco Alegría Pons.
Durante el jueves 10 se realizó el panel “Actualidad y Perspectiva del Gagá Dominicano”, en la que participaron el señor Máximo Ozuna, dueño del Gagá Santa Clara de Andrés Boca Chica, así como los músicos Antonio Vicioso y José Duluc y los investigadores Ariel Mota y Soraya Aracena, quienes hablaron sobre los aspectos religiosos, musicales del Gagá dominicano y cómo ocurre el empoderamiento de esta expresión que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial dominicano.
“El Gagá es una expresión cultural que forma parte de la memoria histórica de los afrodescendientes en República Dominicana. Se trata de culto dominicano de Semana Santa para la resurrección y la fertilidad, que representa un maravilloso aporte a la diversidad de manifestaciones con las que cuenta el país y la región caribeña. Parte de la población acompañada por nuestra agencia en el país se identifica como afrodescendiente, por eso queremos dar visibilidad a la diversidad de su cultura, promocionando coexistencia pacífica y sin discriminación”, aseguró Gabriel Godoy, Jefe de Misión del ACNUR en República Dominicana.
Para finalizar, el viernes 11 se presentó en vivo el Gagá Santa Clara, proveniente del municipio de Andrés de Boca Chica, en donde hasta hace unos años estuvo el ingenio Boca Chica y uno de los centros de Gagá de relevancia en el país.
Su líder, Máximo Ozuna, ha dedicado buena parte de su vida a organizar el culto al Gagá: “el Gagá me lo dio Dambalá en sueños, me dijo ‘usted tiene que sacar ese Gagá”. Y así lo ha hecho desde hace 26 años.
Una rica herencia permanece
El aporte de las personas afrodescendientes no es solo su presencia e influencia en nuestra sociedad: “Sino también en su espiritualidad, que abarca desde el catolicismo popular, al vudú de origen haitiano y dominicano, a los diferentes ritmos musicales con instrumentos recreados aquí por los más jóvenes como los palos o atabales, las flautas de bambú, las cornetas de hojalata y el sagrado tambú que acompaña al Gagá dominicano”, compartió la antropóloga Aracena.
Para ella, el aporte continúa como forma de resistencia. Aracena menciona que la discusión sobre el Gagá ha trascendido el batey, porque ha inspirado a profesionales de antropología, la literatura, la pintura y la plástica, el cine, la fotografía y la música en República Dominicana y el mundo.
“Hemos tenido la oportunidad de aprender de esa raíz venida de Haití, esa cultura la llevamos, pero la gran mayoría de quienes mantenemos el Gagá somos dominicanos”, asegura el cultor Ozuna. “Algunas personas pueden estar temerosas por no conocer, pero en el batey la gente quisiera que todos los días pusieran Gagá.
Cuando el colmado pone esa música niños y niñas bailan, anima hasta los enfermos. ¡Esa cultura no se cae!”, concluyó Máximo.
“Empoderando estas expresiones contribuimos al mejor conocimiento de las personas afrodescendientes: el grupo más numeroso del país y de América”, cerró Aracena.