Con el apoyo del PMA y 12 organizaciones de migrantes en todo el país, se priorizaron madres migrantes con niños(as) en situación vulnerable
Santo Domingo. Como parte del plan de respuesta de la Organización Internacional para las Migraciones en República Dominicana ante la emergencia por la COVID-19, se distribuyeron 1900 kits alimenticios entre un grupo de 12 organizaciones de atención a migrantes (haitianos(as) y venezolanos(as) que se encargarán de hacer llegar los kits a los migrantes más vulnerables en varias zonas del país (Santo Domingo, Santiago de los Caballeros y Puerto Plata así como bateyes de Bávaro, Barahona, Puerto Plata y Valverde).
Esta acción contó con recursos del Programa Mesoamérica financiado por la Oficina de Población, Refugiados y Migrantes del Departamento de Estado de Estados Unidos (PRM) y el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que aportó 1900 empaques de suplementos en polvo especialmente formulados para niños y personas de la tercera edad.
Al respecto, Josué Gastelbondo, Jefe de Misión de la OIM en República Dominicana explicó: “Se identificaron muchos casos a través de las organizaciones de la diáspora venezolana y haitiana y decidimos focalizar el apoyo a mujeres embarazadas y/o con niños y niñas menores de 5 años que en medio de la emergencia por la COVID-19 presentan dificultades para la alimentación. Solicitamos apoyo a UNICEF y PMA y ellos nos donaron 1900 suplementos nutricionales para esta entrega”.
En el Distrito Nacional, específicamente en la ciudad de Santo Domingo, se distribuyeron 600 fundas de comida gracias al apoyo de FUNCOVERD, Fundación La Merced, Fundación Ángeles y Duendes Vinotinto y la organización Diáspora Venezolana en RD.
En el resto del país, la ayuda se está distribuyendo en bateyes (comunidades rurales agrícolas habitadas por migrantes haitianos) y gracias a las organizaciones de migrantes venezolanos en ciudades muy afectadas por las medidas tomadas por la emergencia como Santiago de los Caballeros y la provincia de La Altagracia que vive principalmente del turismo.
Ana María Rodríguez, coordinadora de la organización Diáspora venezolana en RD y voluntaria de la Pastoral de Movilidad Humana en Santo Domingo, afirmó que este trabajo para el beneficio de las familias de migrantes venezolanos «es algo muy positivo, las organizaciones que trabajamos para atender a las familias vemos con muy buenos ojos esta colaboración que realiza la OIM, el PMA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, entre otras instituciones que están preocupadas y ocupadas en brindarnos un apoyo a todos».
Según las proyecciones y análisis realizados por la OIM en República Dominicana, a partir de las medidas tomadas para la prevención de la COVID-19 desde el pasado mes de marzo, dos de cada tres migrantes han perdido sus empleos y modos de vida en República Dominicana.