República Dominicana-. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) entregaron 1,250 canastas de alimentos a familias de comunidades bateyanas de las zonas Este y Sur del país, para contribuir a la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional de esta población cuyo principal medio de vida ha sido afectado por la emergencia de la COVID-19.
Cada familia recibe un kit de alimentos los cuales cubren el 87 % de los requerimientos diarios de energía (establecido en 2,100 kcal por día por persona) para una familia de 4 personas. Dicho kit contiene arroz, avena, sal, pastas y habichuelas y alimento complementario fortificado para 15 días de consumo. De igual forma, las familias, reciben instructivos sobre buenas prácticas para combinar y cocinar los alimentos, recomendaciones nutricionales y consejos para mantener la inocuidad de los alimentos durante estos tiempos complejos.
La intervención se realizó en coordinación con los socios locales ASCALA y CEDESO, ambas organizaciones trabajan con poblaciones vulnerables. Las mismas han sido instruidas para que junto a la entrega de los alimentos ofrezcan orientación nutricional a sus participantes.
La entrega de canastas de alimentos de alimentos se realizó tomando en cuenta las medidas necesarias de prevención de contagio de la COVID-19. Para esto, los socios locales recibieron orientaciones y el documento de la guía de distribución de alimentos en contexto COVID-19 del PMA. La guía permite una organización óptima de las distribuciones, tomando en cuenta medidas preventivas para reducir los riesgos de contagio durante la implementación de acciones de asistencia alimentaria, siendo especialmente relevante en contextos epidemiológicos como el actual.
“La asistencia alimentaria es una línea de vida para comunidades vulnerables. Con este apoyo alimentario contribuiremos a satisfacer la necesidad básica de alimentación de las familias y permitirá utilizar los ingresos limitados para otras necesidades” añadió Romain Sirois, representante del Programa Mundial de Alimentos en República Dominicana.
El PMA trabaja para llegar a las personas que han sido más afectadas por la crisis del COVID-19, incluyendo población nacional, trabajadores del sector informal, migrante, mujeres embarazadas y lactantes, niños y niñas menores de 5 años, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas como el VHI y la TB.
Por su parte, el ACNUR sigue dando cumplimiento a su mandato humanitario: “El contexto de la pandemia nos invita a seguir siendo solidarios con quienes están más atrás. La alianza junto al PMA, CEDESO y ASCALA garantiza que los kits de alimentación llegan a quienes realmente lo necesitan, respondiendo así un esfuerzo interagencial por inclusión social y por el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, de Hambre Cero”, afirmó Gabriel Godoy, Jefe de Misión ACNUR en República Dominicana.
Ambas agencias trabajan para asistir a las poblaciones más vulnerables. Además de brindar asistencia para salvar vidas en la primera línea del hambre, el PMA está en una posición única para ayudar a los gobiernos a asistir y empoderar a las comunidades vulnerables mediante el apoyo a los sistemas de protección social, el acceso a servicios básicos de nutrición, y el apoyo a los sistemas alimentarios. Mientras que el ACNUR ofrece al mismo tiempo respuesta en situaciones de emergencias así como soluciones duraderas a poblaciones de interés bajo su mandato.