Discurso del Coordinador Residente de Naciones Unidas en RD por el Día ONU 2023
Ahora más que nunca, tenemos la obligación de hacer realidad y defender los valores y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Es un gran honor para mí y para quienes representamos a Naciones Unidas en el país, conmemorar cada 24 de octubre la creación de nuestra Organización, llevando un mensaje de esperanza y de determinación a construir un mundo mejor para todas las personas y en todos los rincones del planeta.
Es un privilegio además compartirlo en compañía de nuestros principales aliados, las autoridades del Estado Dominicano, y de nuestros principales socios y colaboradores, las distinguidas delegaciones y agencias de cooperación de los Estados miembros presentes en el país, actores de la sociedad civil, el sector privado y la academia.
Las Naciones Unidas nos pertenecen a todas y todos.
Recordemos que en 1945, “nosotros los pueblos, resueltos a preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra que ha traído a la humanidad tanto sufrimiento y terror, decidimos unir esfuerzos para practicar la tolerancia, convivir en paz como buenos vecinos, mantener la paz universal y la seguridad internacional, promover el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, y promover el progreso económico y social de todos los pueblos”.
Con tales propósitos y principios, un día como hoy hace 78 años, 51 Estados de todos los continentes, dentro de los cuales se incluía la Republica Dominicana, establecieron la Organización de las Naciones Unidas.
Es altamente preocupante ver cómo hoy la guerra de Rusia contra Ucrania y el contexto de conflicto agravado entre Israel y Palestina, generan muerte y destrucción, socavando esos propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, amenazando la paz universal.
El Secretario General, António Guterres, ha pedido un "alto el fuego humanitario inmediato", para evitar la escalada de sufrimiento, muerte y destrucción y proteger a la población en cumplimiento del derecho internacional humanitario.
Miles de personas inocentes han perdido la vida a causa de este conflicto, entre ellos personal de Naciones Unidas y sus familias, y personal de otras Organizaciones Humanitarias Internacionales. Para honrar su memoria y expresar nuestro respeto y solidaridad con todas las víctimas, les invito a observar un minuto de silencio.
Como lo mencionó el Secretario General en su mensaje: es nuestra responsabilidad con las generaciones futuras, contribuir a crear un mundo en paz, sostenible y donde los derechos humanos para todas y todos sean nuestra guía por un mundo donde se promueva y respete la dignidad humana.
Fue con esa visión precisamente que 70 años después de la creación de la Organización, en 2015, la Asamblea General aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, como un plan de acción transformador en favor de las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y la justicia.
La Agenda 2030 se inspira en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Sus fundamentos están anclados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, que este año conmemora su 75avo aniversario, los tratados internacionales de derechos humanos, y otros mecanismos de derecho internacional.
Este año hemos completado la mitad del recorrido desde 2015 y los 193 Estados miembros de nuestra Organización, a través de la Declaración Política adoptada por la Asamblea General el pasado 15 de Septiembre durante la Cumbre de los ODS, se comprometieron a emprender acciones transformadoras y urgentes, para superar las crisis y los obstáculos a los que se enfrenta la humanidad. Reafirmando así su compromiso con la Agenda 2030.
Ahora más que nunca, tenemos la obligación de hacer realidad y defender los valores y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Ahora más que nunca, cuando la violencia, el terrorismo y los conflictos armados continúan generando muerte, destrucción y sufrimiento a millones de personas, convirtiéndose en una amenaza a la paz y a la seguridad de millones de personas;
Ahora más que nunca, cuando resurgen con fuerza flagelos como la intolerancia, la discriminación, el discurso de odio, la exclusión social, la pobreza y el hambre, que son una amenaza para la realización de los derechos humanos de todas las personas;
Ahora más que nunca, cuando las amenazas a la sostenibilidad del planeta, agravadas por el calentamiento global, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ambiental, ponen en riesgo la supervivencia de las generaciones presentes y futuras;
Es ahora más que nunca, que tenemos la obligación de hacer realidad y defender los valores y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Honorable señor Canciller y distinguidos invitados,
Reconocemos los importantes avances que la República Dominicana ha logrado en esta primera mitad del recorrido de la Agenda 2030. En particular con la integración de los ODS en los procesos de planificación que han impulsado la formulación de políticas públicas más integrales y articuladas. Esto gracias a que la Agenda 2030 refuerza la visión de desarrollo planteada por el país en su Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, partiendo de una visión holística del desarrollo y teniendo como objetivo mejorar la calidad de vida de su gente.
El FMI este año reconoció que la economía de la República Dominicana ha sido una de las más dinámicas, estables y resilientes del continente americano en las últimas dos décadas, y ha experimentado una notable recuperación tras la pandemia gracias a las sólidas políticas implementadas por sus autoridades, incluyendo una gestión más eficiente y transparente por parte del gobierno.
La República Dominicana goza de una paz social y una estabilidad política y económica admirable. No obstante, para que el dinamismo de la economía se traduzca en un crecimiento inclusivo y resiliente, el país tiene el desafío de seguir fortaleciendo la articulación de políticas públicas, fortalecer la capacidad de las instituciones públicas, mejorar significativamente la disponibilidad de datos y la medición de indicadores, y contar con un marco nacional integral de financiación para el desarrollo sostenible.
Así mismo, tiene el desafío de seguir adoptando políticas de adaptación y mitigación climática en el marco del plan de acción de las contribuciones determinadas a nivel nacional a fin de reducir las vulnerabilidades del país al cambio climático.
Y de igual manera, tiene el desafío de fortalecer y generar espacios de participación y de articulación entre todos los actores de la sociedad dominicana: el sector privado, la academia y la sociedad civil, para estimular y maximizar sus contribuciones en la implementación de la Agenda 2030.
Las 27 agencias especializadas, fondos y programas de Naciones Unidas que ofrecen asistencia técnica al país, reiteramos nuestro compromiso de seguir apoyando al Estado y a la sociedad dominicana para responder a esos desafíos.
Nuestro Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible para el ciclo 2023-2027, define las prioridades estratégicas y las acciones transformadoras para apoyar al país y acelerar el paso en su camino hacia un desarrollo inclusivo, resiliente y sostenible, como lo plantean la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, el Plan Nacional Plurianual del Sector Público y la Agenda 2030.
Durante este ciclo de cooperación, serán centrales las alianzas estratégicas con todos los actores de la sociedad dominicana y de la cooperación internacional. Por tal razón asumimos el compromiso de coordinar y complementar nuestras acciones para lograr un mayor impacto en la consecución de resultados, con un enfoque de derechos y poniendo en el centro el compromiso de no dejar a ninguna persona, grupo de población y territorio atrás.
Honorable Señor Canciller,
Felicitamos a República Dominicana por su elección al Consejo de Derechos Humanos para el período 2024-2026. Confiamos en que el compromiso del Estado con los valores democráticos y el Estado de Derecho permitirá el logro de los compromisos voluntarios que República Dominicana asumió al presentar su candidatura.
La República Dominicana tendrá la oportunidad, desde el Consejo de Derechos Humanos, de promover la interdependencia entre la paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos, pilares fundamentales de la Carta de Naciones Unidas, de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la Agenda 2030.
Para finalizar, quiero aprovechar esta ocasión para agradecer sinceramente la confianza del Estado Dominicano en Naciones Unidas, al MIREX, al MEPYD y a las demás instituciones a las que servimos, así como a los socios y aliados a nuestra Organización.
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a cada uno de mis colegas del Sistema de Naciones Unidas y reconocer muy especialmente su dedicación y espíritu de trabajo colectivo. Nuestra contribución al desarrollo de la Republica Dominicana se debe a su liderazgo y compromiso con los principios y valores de nuestra Organización.
Como dijo el Secretario General el día de su juramentación: “Al final, todo se reduce a valores. Queremos que el mundo que hereden nuestras hijas y nuestros hijos venga definido por los valores consagrados en la Carta de las Naciones Unidas: la paz, la justicia, el respeto, los derechos humanos, la tolerancia y la solidaridad”.
Muchas gracias,
Mauricio Ramírez Villegas
Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en República Dominicana