Discurso XIX Reunión del Consejo Regional de Planificación del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) y XVIII Conferencia de Ministros y Jefes de Planificación de América Latina y el Caribe
Discurso del Coordinador Residente, Mauricio Ramírez.
XIX Reunión del Consejo Regional de Planificación del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) y XVIII Conferencia de Ministros y Jefes de Planificación de América Latina y el Caribe:
Es un gran honor para mí darles la bienvenida al país en nombre de las Naciones Unidas.
Como todas y todos saben, la Asamblea General aprobó en 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, como un plan de acción transformador en favor de las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y la justicia.
Ese Plan de Acción se inspira en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados internacionales de derechos humanos, y otros mecanismos de derecho internacional.
Este año hemos completado la mitad del recorrido desde 2015 y los 193 Estados miembros de nuestra Organización, a través de la Declaración política del foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible, adoptada por la Asamblea General el pasado 15 de Septiembre durante la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se comprometieron a emprender acciones transformadoras y urgentes, para superar las múltiples crisis y los obstáculos a los que se enfrenta la humanidad hoy en día, reafirmando así su compromiso con la Agenda 2030.
Cada uno de los Estados presentes en esta Conferencia han tenido la oportunidad de expresar su compromiso con la Agenda 2030 en los múltiples foros regionales e internacionales, y han podido también mostrar sus avances a través de los Informes Voluntarios Nacionales ante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible.
Todo esto gracias a su trabajo y compromiso como principales responsables de la planificación para el desarrollo y el bienestar de sus países.
Ustedes han sido artífices de muchos aciertos y a la vez han tenido la responsabilidad de enfrentar fuertes y complejos desafíos para orientar las políticas públicas. Principalmente cuando las restricciones financieras y el limitado espacio fiscal imponen prioridades que en vez de servir a las poblaciones más vulnerables y a los territorios más rezagados, tienen que servir a la deuda o a otras prioridades.
No cabe duda de que en nuestra región prevalece una fuerte voluntad política y existen muy buenas prácticas que deberían inspirar los trabajos de este importante foro.
Por esta razón quiero aprovechar este espacio para reconocer los importantes avances que la Rep.Dom ha logrado en esta primera mitad del recorrido de la Agenda 2030. En particular con la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los procesos de planificación que han impulsado la formulación de políticas públicas más integrales y articuladas.
El FMI este año reconoció que la economía de la República Dominicana ha sido una de las más dinámicas, estables y resilientes del continente americano en las últimas dos décadas, y ha experimentado una notable recuperación tras la pandemia gracias a las sólidas políticas implementadas por sus autoridades, incluyendo una gestión más eficiente y transparente por parte del gobierno.
La República Dominicana goza de una paz social y una estabilidad política y económica admirable y envidiable. En gran parte debido a una gestión pública y a una planificación estratégica que se corresponden con una visión holística del desarrollo a largo plazo y teniendo como objetivo mejorar la calidad de vida de su gente y de sus territorios.
La República Dominicana fue un país pionero al definir en 2012 una visión de desarrollo a largo plazo, a través de la Estrategia Nacional de Desarrollo para 2030.
Esta fue sin lugar a duda una propuesta visionaria que además presenta sorprendentes similitudes y alineación con la Agenda 2030 asumida por los Estados miembro de Naciones Unidas en 2015.
La Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, responde a un mandato constitucional, es ley y guía el proceso de planificación e inversión pública de este país a través del Plan Nacional Plurianual del Sector Público y del Presupuesto Nacional. Esto le ha permitido al Estado dominicano crear una cultura de planificación y de priorización de sus políticas públicas, que exige una gestión eficaz y eficiente en el uso de los recursos públicos.
No obstante, el país tiene el desafío de seguir fortaleciendo la articulación de políticas públicas, fortalecer la capacidad de las instituciones públicas, mejorar significativamente la disponibilidad de datos y la medición de indicadores, y contar con una arquitectura de financiamiento que integre los recursos del Estado, del sector privado, de la banca privada, de las instituciones financieras internacionales y de la cooperación internacional.
Para esto último, atendiendo al llamado del Secretario General, Antonio Guterres, y en línea con las prioridades establecidas en la Agenda de Acción de Addis Ababa de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, nuestra Organización a través del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (DESA), de la CEPAL y del PNUD, estamos ofreciendo asistencia técnica al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de la Republica Dominicana para la formulación de un Marco Nacional Integrado de Financiación para el Desarrollo Sostenible.
Iniciativas semejantes se han implementado también en Colombia, Cuba y Uruguay, como parte de la Cooperación para el Desarrollo Sostenible que ofrecemos en todos los países de la región.
Para finalizar, quisiera motivarlos para que durante estos tres días de deliberaciones contemplen los compromisos que los Estados Miembros han asumido para la Cumbre del Futuro que se llevará a cabo durante la Asamblea General de Naciones Unidas el próximo año.
En la Cumbre del Futuro, los Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno harán suyo un “Pacto para el Futuro” orientado a la acción para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y manifestar la solidaridad mundial con las generaciones presentes y futuras.
La Asamblea General de Naciones Unidas decidió que el alcance de la Cumbre del Futuro comprenderá los siguientes 5 pilares: 1. El desarrollo sostenible y la financiación para el desarrollo; 2. La paz y la seguridad internacionales; 3. La ciencia, la tecnología y la innovación y la cooperación digital; 4. La juventud y las generaciones futuras; y 5. La transformación de la gobernanza global.
Les deseo muchos éxitos en sus trabajos.